¿Qué hacer si tienes un alumno con TDAH?

Muchos infantes muestran señales de TDAH desde temprana edad, pero es durante la escolarización cuando comienzan a experimentar desafíos para cumplir con las expectativas de su desarrollo lo que nos lleva a plantear la importancia de que los educadores estén informados sobre el tema.

Es vital que un docente pueda identificar dicho trastorno, reconocer los síntomas y comportamientos asociados; ya que al detectar alguno de ellos, será necesario apoyarse en un experto que realice un diagnóstico y de esta forma el alumno reciba ayuda. 

Síntomas hiperactivos o impulsivos del TDAH

Partamos del hecho que el TDAH involucra tres categorías de comportamiento: falta de atención, hiperactividad e impulsividad. 

Si bien es común que los niños tengan dificultades para prestar atención o permanecer en sus asientos, cuando estos comportamientos son significativamente más intensos que los de sus pares, se puede sospechar de algún patrón asociado con TDAH. 

Los síntomas de este trastorno se dividen en dos grupos principales: falta de atención e hiperactividad-impulsividad. Comencemos con el primero.

 

 

 

• Se distrae o desvía fácilmente.
• Encuentra dificultades para seguir instrucciones.
• Parece no prestar atención cuando se le habla directamente.
• Experimenta problemas para organizar sus tareas y pertenencias.
• A menudo no completa el trabajo escolar o las tareas en clase.
• Evita o resiste tareas que requieren esfuerzo mental sostenido.
• A menudo, pierde pertenencias, libros, mochilas, etc.

 

Al segundo segmento (hiperactividad-impulsividad) se relacionan síntomas como:

• Se inquieta o retuerce con frecuencia.
• Le cuesta permanecer en su asiento.
• Corre o trepa en lugares inapropiados.
• No puede jugar de manera tranquila.
• Muestra impaciencia extrema y no puede esperar su turno.
• Siempre parece estar en movimiento.
• Habla en exceso.
• Responde antes de que se complete una pregunta.
• Interrumpe conversaciones y actividades.