La mediación de conflictos involucra competencias cognitivas, procedimentales y emocionales, moldeando acuerdos fundamentales para la convivencia grupal y, por ende, el rendimiento académico. Descubre cómo trabajar en estas competencias puede marcar una diferencia significativa en la dinámica de tu grupo.
La gestión de conflictos en el aula es una competencia intrínseca en el día a día docente, sin embargo ¿cómo podemos reforzar las destrezas que esto implica?
Recordemos que en la mediación de conflictos están involucradas competencias: cognitivas, procedimentales y afectivas, las cuales determinan acuerdos y forman la base para una convivencia grupal.
Esta última puede impactar directamente en el desempeño académico a tal punto de condicionar un aprendizaje significativo. Por ello, trabajar en las competencias para resolución de conflictos, marcará la diferencia en la convivencia de tu grupo.
Algunos autores como Olmos Miguelañez, Torrecilla Sánchez & Rodríguez Conde (2017) desglosan la competencia para la resolución de conflictos en cuatro subcompetencias:
En este punto, de acuerdo con diversos autores existen 2 modos de negociación:
Competitiva: Adversarial, distributiva y basada en posiciones.
Integradora: Resolutiva, cooperativa y basada en principios.
Como docentes siempre debe buscarse la negociación integradora ya que esta mantendrá los lazos de convivencia abiertos y reforzará la comunicación asertiva.