¿Quieres ayudar a tus alumnos a escribir con fluidez y precisión? La clave está en la grafomotricidad, la habilidad que nos permite controlar los movimientos de la mano y el lápiz para trazar letras y números.
La Grafomotricidad se compone de las palabras grafo que significa escritura y motriz movimiento. Se puede entender como un conjunto de movimientos realizados con la mano, los cuales posibilitan la escritura como una fase posterior. Es decir, la Grafomotricidad se ciñe a todos aquellos ejercicios con las manos que permitirán preparar a un niño para escribir.
Antes de trabajar en la Grafomotricidad de lleno, el infante experimenta distintas etapas en torno a su propia movilidad. Todo inicia con la macromotricidad, esto quiere decir el desplazamiento del cuerpo en general, posteriormente se involucra la fase de motricidad media, esta implica el movimiento corporal y de las extremidades sin cambiar de posición. Finalmente, la motricidad fina, se centra en la rotación de las manos así como los dedos y es en esta cuando el cuerpo está preparado para ejercitar la Grafomotricidad.
Lo interesante y complejo de esta serie de procesos es la coordinación que tienen a nivel neurológico, cada movimiento realizado implica una coordinación visual, espacial y motriz.
Por esta razón es de suma importancia revisar en cada etapa de la niñez, cómo realizan movimientos con cada parte del cuerpo. Este aprendizaje corporal se ve reflejado desde los primeros años de vida, de 0 a 6 años.
Ahora, la ejercitación del grafismo atraviesa las siguientes etapas:
* Garabato: Raya o mancha, forma parte de la etapa motora y es un movimiento de sincinesia, es decir el gesto repetido una y otra vez. Implica una coordinación visomotora.
* Dibujo libre: Es la transformación del garabato, es decir su especialización a formas menos abstractas.
* Dibujo acomodado: El niño comienza a reproducir objetos, personas, situaciones.
* Juego gráfico: Es el tiempo del trazo libre, rellenando superficies, confeccionando grecas, rayados y aureolas. A partir de las destrezas adquiridas en la etapa anterior se realiza ésta, con total libertad.
* Grafomotricidad: El niño pasará del juego gráfico al ejercicio gráfico. En la grafomotricidad destaca la coordinación visomotora. Aparece en esta etapa el geometrismo: eclosión de formas geométricas. Es el momento en el que se puede abordar muy bien las simetrías, sobre todo la de izquierda y derecha.
Esta última etapa es fundamental para fortalecer la psicomotricidad y contribuir al desarrollo de la precisión, para continuar con la escritura, posteriormente con la caligrafía.
Para trabajar la Grafomotricidad es necesario desarrollar la destreza de las manos, así como la coordinación de estas con los ojos.
Algunos de los ejercicios que te recomendamos son:
– Tocar las palmas, libremente siguiendo un ritmo, puede ser una canción o un sonido.
– Llevar objetos en equilibrio en la palma de la mano.
– Realizar gestos con las manos acompañando canciones infantiles.
– Girar las manos, primero con los puños cerrados, después con los dedos extendidos.
– Imitar con las manos movimientos de animales o de objetos.
– Lanzar objetos, tanto con una como con otra mano, intentando dar en el blanco (caja, papelera, latas, bolos).
– Enroscar y desenroscar tapas.
– Abrochar y desabrochar botones.
– Atar y desatar lazos.
– Encajar y desencajar objetos.
– Manipular objetos pequeños (lentejas, botones, cuentas).
– Modelar con plastilina.
– Pasar las hojas de un libro.
– Doblar papel y rasgar por la mitad.
– Recortar con tijeras.
Los componentes de la Grafomotricidad se dividen en 3: gráficos, dinámicos y cualitativos. Cada uno está unido por el progreso en la práctica, el objetivo en conjunto es lograr trazos precisos y coordinados.
Revisemos cada uno de ellos a continuación:
1.- Componentes gráficos: Son la línea recta y la línea curva. Sus combinaciones dan lugar a todos los grafismos, letras y números de nuestro alfabeto escrito.
2.- Componentes dinámicos: Son los desplazamientos que pueden efectuarse con los componentes gráficos. Se deben reducir los grandes desplazamientos (macromotricidad), así como los medios (motricidad media).
3.- Componentes Cualitativos: Pasar de la cantidad a la calidad, es la fase perfectiva de la grafomotricidad. Los componentes cualitativos son los que van a convertir la práctica grafomotora en hábitos grafomotores:
Por último, te invitamos a realizar múltiples ejercicios con tus alumnos, preparándolos para trabajar la Grafomotricidad y posteriormente enfocados en los componentes gráficos, dinámicos y cualitativos.
Antes de utilizar un lápiz y hoja de papel, diviértanse jugando con otros materiales para que el niño se vaya familiarizando con los trazos que puede realizar, a su vez los imite posteriormente con un lápiz.
Harina mágica
Por ejemplo, utiliza cajas de harina pequeñas, cada uno deberá colorear su harina con pigmento vegetal, al hacerlo estimularán sus movimientos de motricidad fina. Posteriormente pídeles que imiten dibujos sencillos que tú realices en el pizarrón.
Geometría
Utiliza plastilina o masa para moldear y practiquen a formar patrones como líneas, círculos, puntos.
Con ayuda de estambre, traza figuras geométricas sobre cartulinas, al ritmo de la música completen cada una.
Palitos multiforma
En una tabla, acomoda por hileras palitos de madera pegándolos por uno de los extremos, posteriormente práctica con tus alumnos, enrollando tiras de papel o estambre en cada palito hasta formar figuras geométricas o espirales.
Bingo
Para mejorar su agarre y motricidad fina, mete en una caja honda diversos materiales como: cuentas, pompones, palitos de madera, botones, esferas de unicel, lápices. Al ritmo de una canción o sonido, muéstrales uno de los materiales que deberán buscar en la caja y sacarlo.
Así pues, la psicomotricidad puede darse sin grafomotricidad, sin embargo la grafomotricidad no puede lograrse sin trabajar y estimular las diferentes etapas de la psicomotricidad.
Se tiende a pensar que el desarrollo de los hábitos grafomotores no tiene relación con el estímulo constante de los movimientos motores, sin embargo es todo lo contrario.